- Totalmente eléctrico: sin quema de hidrocarburos, sin emisiones de GEI, COV, HAP ni TAP al medio ambiente.
- Los centros de producción pueden hacer funcionar más equipos con los transformadores existentes y consumir menos electricidad de la red.
- Sin hornos térmicos: reduce los requisitos de disipación de calor.
- Encendido y apagado instantáneo: menor consumo de energía.
- Mayor vida útil que prácticamente elimina la necesidad de reemplazar bombillas.
- Elimina el mercurio: no genera residuos nocivos.
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